miércoles, 21 de enero de 2009
¿Cómo hipnotizar?
Como ya se ha descrito el cerebro debe tener menos de 8 Hz, ello significa que la persona tiene que estar relajada. Como explicación mencionaremos que el estado alpha o de relajación en donde la persona se encuentra relajada pero atenta se encuentra entre 8 a 12 Hz y que es cuando nos encontramos descansados, filosofando, meditando o mirando una hermosa puesta del sol completamente enamorados.
El estado entre 5 a 8 Hz es el estado denominado Theta y menor a 5 Hz se denominada Deltha en donde se realiza el sueño y también los fenómenos paranormales o de poderes ocultos.
Entonces, el estado hipnótico, es realmente un estado de sueño y a la vez de realización de fenómenos más allá de normal. Por ello para hipnotizar el primer paso es relajar al paciente hacia el estado del sueño, pero sin que pierda el contacto con la realidad en un pequeño espacio en donde sólo escuche la voz del hipnotizador y sienta su energía.
Cuando los practicantes de yoga, meditacion, tantra, sienten el satori, el samadhi o algún tipo de elevación, es producto de la energía que aplica el gurú, el maestro, swami, en el sexto chakra o algún lugar del cuerpo. Esta energía es similar a la del reiki, pranificación o sanación, que se aplica generalmente en la frente, parte superior de la cabeza, nuca, de aquel a quien se va a hipnotizar y con la ayuda de diversas técnicas de inducción, relajación o sofrología se lleva al estado requerido.
Métodos
Son inumerables y van desde la mirada, los pases magnéticos, hasta una serie de instrucciones por medio de la voz para que el paciente ingrese al mundo inconsciente y sea guiado en el consciente.
Los métodos se aplican de una persona a otra o a uno mismo, esto segundo generalmente en la autosanación. La hipnosis clínica ha tenido importantes logros desde una operación de cesarea a mediados del siglo pasado sin ningñun tipo de anestesia, en donde la paciente fue sometida a una cesarea exitosa sin anestesia y permaneció cantando durante todo el proceso.
Entonces existen diversos métodos eminentemente prácticos, uno de los cuales enseñaremos de inmediato y que se aplica a la sanación de enfermedades y la autosanación:
Acuestese o acueste comodamente a la persona a ser inducida.
Todas las instrucciones que siguen son hacia uno mismo o hacia la otra persona.
Mencione con voz clara y fluida, vocalizando pausadamente, que se relajen, se suelten, los pies.
Luego de una pausa de unos 5 segundos se pide que se relajen los tobillos y a intervalos de 5 segundos aproximadamente se sigue avanzando hacia las pantorillas, rodillas, ano, gluteos, vientre, estómago, espalda, pecho, hombros, brazos, antebrazos, manos, cuello, rostro, craneo, nuca.
Se repite una vez mas el proceso siempre son voz firme, serena, sin trabas.
Ahora se pide que autocoloque una imaginaria luz en alguna zona enferma o afectada de la persona inducida o paciente, una luz acompañada de calor, regeneración, armonía.
Luego de unos 15 segundos repetir la orden anterior.
Luego de unos 30 segundos ordenar que aumente la potencia de la luz y el calor y que realmente "sienta", que no se lo imagine, sino que los "sienta".
Luego de otros 30 segundos indicar que aumente la potencia al máximo y realmente esta sanando, regenerando, iluminando como miles de reflectores.
Luego de unos 2 minutos repetir la orden anterior para finalmente con otros 3 minutos indicar que la curación continuará durante el resto del día o de la noche.
Unos 2 o 3 minutos más y se le pedirá que haga 3 respiraciones lentas y profundas y luego que cruce los brazos en el pecho tocando cada mano el hombro opuesto para que vuelva a la normalidad.
Otras 3 respiraciones y poco a poco abra los ojos y baje los brazos.
Este método presenta tres niveles de intensidad, cada cual más intenso y dependiendo de la naturaleza de la enfermedad.
¿Cómo hipnotizar?
Algunos de los métodos más conocidos
Existen muchos métodos de inducción. Incluso podemos inventarnos variantes adecuadas o adaptadas al sujeto que se ha de someter al trance, tal y como hacia en muchas ocasiones el Dr. Milton Erickson, que usaba en muchos de sus “diálogos hipnóticos” metáforas, situaciones imaginarias, historias y cuentos, etc. Exponemos aquí algunos muy usados.
Método de inducción oral
Quizás sea largo, pero es bastante seguro a la hora de obtener resultados. El sujeto puede estar sentado o tumbado. En todo caso en una posición cómoda. Preferiblemente con los ojos cerrados le iremos induciendo con nuestra voz relajando parte a parte del cuerpo, empezando por los pies y acabando por la cabeza o viceversa. Al terminar esta relajación progresiva vamos introduciendo sugestiones de pasividad y sueño: Ahora te encuentras tan a gusto que dormirás... sientes como un ensueño agradable te va envolviendo...”
Métodos de fijación de la mirada
Son todos aquellos en que indicamos a un sujeto que se fije en cualquier cosa exterior, bine fija, bien movimiento. Puede tratarse de un foco de luz, un péndulo oscilante, un disco hipnoidal. Antes o después –incluso sin sugestiones por parte del hipnólogo- se irá produciendo un cansancio ocular que nos irá adormeciendo. Si introducimos sugestiones serán de este tipo: “Conforme miras este objeto, tus ojos van sintiendo un ligero cansancio que cada vez se hace más intenso. Poco a poco los párpados su vuelven más pesados y es como si quisieras cerrar los ojos porque quieres dormir o descansar...”
Método de la catalepsia
Pedimos al sujeto que una con fuerza sus piernas y que apriete los brazos estirados hacia el cuerpo, que ponga rígidos todos los músculos de su cuerpo, que apriete el abdomen y en definitiva, que se imagine que una especie de tabla o estatua de bronce. Acto seguido la imprimiremos un ligero balanceo para que note su rigidez. Una vez conseguida la rigidez total, podemos con ayuda de otras personas, tumbarle en el suelo, en un diván o camilla. Inmediatamente le indicaremos que se encuentra muy concentrado y que dormirá o entrará en un estado profundo y especial a nuestra indicación. Podemos dar un pequeño chasquido con los dedos o tocarle ligeramente la frente con los dedos al mismo tiempo que decimos: ¡duerme! o ¡Ya está... estas en un estado profundo y especial! A partir de ahí, usamos sugestiones para profundizar.
¿Cómo hipnotizar?
Método de la rigidez del brazo
La persona está sentada... le estiramos el brazo y lo colocamos a la altura del hombro. Le sugerimos que se encuentra bien y que su brazo cada vez está más rígido. Le hacemos sentir con ligeras presiones sobre la mano dicha rigidez para que se retroalimente en la sugestión... una vez conseguido le indicamos que el brazo comenzará a pesar, que se ha transformado en plomo...” el brazo en tan pesado que se peso se hace insostenible e irá cayendo. Conforme el brazo va bajando, notarás como un sueño agradable e intenso te va invadiendo... cuando el brazo se desplome por completo, dormirás!. Si la sugestión surte efecto, el sujeto irá bajando el brazo hasta soltarlo por completo; en este momento daremos la orden ¡duerme!.
Método de la expectación
Especialmente cuando se hace hipnosis de espectáculo, este método es útil. Supongamos un aforo donde se espera al hipnotizador con expectación... por tanto ya existe un ambiente lo suficientemente sugestivo para inducir con facilidad a cualquier asistente. El hipnotizador deberá hablar con cierto misterio y persuasión. Al acercarse a cualquier espectador que ponga reparos a su proximidad ante el temor de ser hipnotizado, a un solo toque u orden del inductor, entrará con facilidad en hipnosis.
Método del “engaño”
Especialmente para usarlo con sujetos difíciles. Pondremos a una persona ante nosotros indicándole que le vamos a hipnotizar (le habremos comentado previamente que en realidad no será a ella a quien induciremos, sino que simplemente debe fingir que está durmiendo); a su lado pondremos a otra –a la que realmente que remos inducir- y le explicaremos que su misión es observar con todo el detalle y atención que pueda cómo se duerme la otra persona. Preferiblemente podremos a uno frente a otro y el inductor se sitúa en medio. Bien... llegado este punto a nuestro compinche le pasaremos un péndulo oscilando por delante de los ojos, por ejemplo y el comenzará a fingir su adormecimiento. Deberemos estar atentos a nuestra verdadera víctima, pues cuando su atención sea intensa, soltaremos de una el péndulo y de inmediato sin darle tiempo a reaccionar, situaremos nuestra mano delante de su frente o sus ojos cerrándoselos y diciéndole enérgicamente: ¡duerme! Una puntualización a tener en cuenta es que muchas personas son reacias ante términos como “hipnosis” “hipnotismo” o “sueño” por el temor que estos suscitan de pérdida de la propia conciencia. En ese caso podemos sustituirlos por parlabas o expresiones como “estado especial” “trance” “ensueño” “sopor” etc.
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la verdad que muy interesante los articulos sobre hipnosis me gustaria ampliarr mi conocimientos sobre el tema especialmente si se puede tratar la hipertension arterial que padesco a traves de la hipnosis muchas gracias
ResponderEliminarYo habia escuchado algo asi, pero no lo creia hasta que me encontre con estos artículos. Espero que te sean de mucha ayuda. Saludos y no dejes de visitar el Blog ^^
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